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En esta comunicación Javier Romañach presentó el directorio "Discapacidades en España" (http://www.eunet.es/InterStand/discapacidad/), una Web personal creada en abril de 1996 con el objetivo de recopilar la información existente en la Red sobre discapacidad, que ha registrado más de 6.500 accesos en los últimos cinco meses. Los criterios que inspiran la página de Romañach son la independencia y la funcionalidad. En cuanto al diseño, ha prescindido de todo tipo de accesorios: no hay iconos ni imágenes, sino tan solo información y texto, pues lo importante es que la gente encuentre referencias útiles.
El seguimiento de las informaciones sobre la discapacidad que ha efectuado a lo largo de los mas de dos años de funcionamiento de Discapacidades en España le han permitido llegar a las siguientes conclusiones: la presencia de la discapacidad en la Red ha mejorado sensiblemente, y hay muchos proyectos nuevos, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Las carencias más significativas son la falta de organización y de servicios. En su opinión, hay que apostar por Webs como las de Imagin@, que tiene muchos contenidos, y la de la Federación Autismo España, que da servicios, integra tecnología y tiene una gran claridad en los objetivos.
Carlos Egea García presentó un documentado informe sobre la presencia de la Administración Pública en la Red, basado en el análisis sistematizado de veintiséis Webs pertenecientes a diversas Administraciones (Central, Autonómica, Local y Universidades).
La accesibilidad de las páginas Web analizadas se evaluó con el programa Bobby 2.0. Aunque ninguna de las páginas podría conseguir la aprobación para usar el logotipo de accesibilidad de concede Bobby a las que superan su test, cabe destacar que la mayoría precisarían adaptaciones muy pequeñas para conseguir esa aprobación. El problema que más se repite es la no utilización de títulos alternativos a los enlaces de imagen, lo que puede deberse a que las herramientas de edición más populares no tienen automatizada la inclusión de estos títulos. También se echa en falta la inclusión de sumarios que definan el propósito y la estructura de las tablas incluidas en las páginas, lo que también se debe a la no automatización de este proceso en los programas de diseño.
Con todo, el problema más importante es la existencia de "frames" sin alternativa de visualización desde navegadores que no posean la capacidad de mostrarlos. También se han encontrado problemas derivados de la inclusión de contadores, marquesinas o fechas automáticas, que ofrecen dificultades para su visualización en los navegadores especiales utilizados por las personas con limitaciones visuales.
En cuanto a los contenidos, señaló la desproporción existente entre el buen tratamiento general de la imagen corporativa, sobre todo en lo referente a símbolos (escudos, banderas, logotipos), y la ausencia de referencias sobre la normativa vigente, la estructura orgánica administrativa y una información clara sobre lo que las páginas institucionales pretenden ofrecer. Se observa un tratamiento dispar, aunque en términos generales suficiente, de la información institucional, y una mayor pobreza de las informaciones de interés para el ciudadano (normativa, becas, subvenciones, ayudas, ofertas de empleo), que hace pensar que todavía se da poca importancia a la Red como medio de difusión, frente a los sistemas tradicionales. Una carencia clamorosa es la imposibilidad de acceder al texto completo de los Boletines Oficiales, una información que vincula al usuario y cuya incorporación a la Red quedaría justificada por la mera utilización interna que de ella podría hacer el propio personal de las Administraciones implicadas. La aparición de software especializado para el mantenimiento de bases de datos podría producir, a corto plazo, un salto cualitativo en este apartado, si la Administración dedica recursos para ello.
Los contenidos estadísticos (con la excepción de la Web del INE) son, en general, escasos y poco actualizados, y no permiten una utilización interactiva, en la que el visitante pueda obtener una información filtrada en función de sus necesidades.
Para cerrar el apartado de contenidos, Carlos Egea subrayó la necesidad de que la Administración explote las posibilidades que en materia de atención a los usuarios ofrece Internet, en particular estableciendo "ventanillas electrónicas" que faciliten la realización de trámites.
En cuanto al diseño, ha encontrado una tendencia hacia un mejor equilibrio de la proporción "fondo/forma", dado que cada vez se va dando una mayor importancia a los contenidos. El lenguaje utilizado se adapta bastante bien al tipo de usuario que suele visitar las páginas, aunque a veces se utiliza un terminología administrativa cuyo conocimiento no siempre debe suponerse del visitante externo. No se han encontrado términos claramente inapropiados o utilizados de forma incorrecta en relación con la discapacidad.
Entre las conclusiones del trabajo de Egea destacan las siguientes:
No existe conciencia clara de la necesidad de incorporar criterios de accesibilidad en el diseño de páginas para la Red. Sin embargo, la simple medida de hacer páginas alternativas de "sólo texto" haría accesibles los contenidos Web de la Administración.
Es necesario dedicar más esfuerzos a la información y formación de los profesionales que se dedican al diseño y mantenimiento de las páginas Web de la Administración.
Los colectivos de personas con discapacidad no tienen aún capacidad para asesorar sobre accesibilidad en la Red y para reivindicar de las Administraciones Públicas una política coherente en este campo.
La Administración ha de tomar mayor conciencia de las posibilidades que ofrece Internet de cara a la transmisión de contenidos y a la facilitación de los trámites que han de realizar los ciudadanos.
En general, es necesaria una mayor actualización e interactividad de los contenidos, la inclusión de apartados en los que se de respuesta a las preguntas más frecuentes planteadas por los usuarios, la utilización de sistemas de búsqueda orientados a la obtención de las informaciones sobre las que se ha detectado una mayor demanda y la orientación hacia servicios de atención al ciudadano.
La coordinadora del SID@R, Emmanuelle Gutiérrez, abordó el tema de la comunicación sobre discapacidad en Internet. A partir del análisis de algunos ejemplos reales tomados de la Red, propuso interesantes reflexiones sobre la aplicación de las pautas de estilo propuestas por el Real Patronato para la mejora de las comunicaciones sobre discapacidad, a saber:
Mostrar el lado positivo de la discapacidad, centrando la atención en las capacidades en lugar de hacerlo en las limitaciones.
Prestar atención a las soluciones en materia de prevención, tratamientos y recursos.
Permitir que las personas con discapacidad hablen por sí mismas.
Decir "personas con discapacidad", evitando la sustantivización del adjetivo "discapacitado", que traslada una visión desenfocada de la persona con discapacidad al definirla a partir de una sola de sus múltiples dimensiones significativas.
Evitar la imagen de gueto.
Evitar la tendencia a construir mitos sobre las cualidades de las personas con discapacidad.
No cargar las tintas ni insistir indebidamente en las deficiencias, exagerando o cargando emocionalmente la situación.
Presentar todas las facetas y matices, integrando la discapacidad de la persona en su identidad total, y dando una imagen de las personas con discapacidad como gente con todas sus fuerzas y sus fragilidades.
Presentar una información normalizadora, representando a las personas con discapacidad en el hogar, el trabajo, la escuela y los lugares de ocio, desarrollando actividades corrientes y cotidianas, con toda la variedad de situaciones físicas y sociales ordinarias.
Emmanuelle Gutiérrez resumió en dos criterios, los de pertinencia y naturalidad, las claves para discernir la inclusión o no de referencias a la discapacidad en las informaciones y el modo de tratarlas.
El primer día se cerró con un coloquio en el que se analizaron las omisiones y ausencias de información sobre discapacidad en la Red. Para Javier Romañach, la principal omisión radica en que no hay planes de futuro, mientras que Juan Antonio Rodríguez destacó la confusión entre las responsabilidades de los diseñadores y editores, y la necesidad de fijar con claridad la figura responsable de los contenidos de las páginas. Carlos Egea señaló que, aunque las personas que diseñan las páginas suelen tener claro para qué sirve Internet, muchas instituciones están en la Red simplemente "porque hay que estar", y no acaban de creer en las posibilidades del medio, quizá porque la cuestión aún está poco madura en la conciencia social general.
Para Emmanuelle Gutiérrez, es muy probable que parte de los problemas deriven de que quienes determinan los contenidos no tienen una idea clara acerca de las estrategias de comunicación, ni conocen las posibilidades y condicionamientos del soporte Web, en el que el tratamiento de la información se aleja del modelo de la prensa escrita, y tiene que ver mucho más con el de los medios audiovisuales.
Juan Antonio Rodríguez señaló la ausencia de elementos centralizadores de información y de servicios, capaces de aglutinar los esfuerzos dispersos que vienen realizándose. Manuel García Viso apuntó que la eclosión de iniciativas y proyectos hace que sea un buen momento para intervenir, no sólo en relación con los criterios de accesibilidad, sino sobre todo para buscar una mayor integración de las actuaciones, y mostró la disposición del Real Patronato para recoger ese guante, en la medida de sus posibilidades.
Rafael Romero planteó que había que seguir trabajando para mejorar, pero sin delegar la responsabilidad ni esperar la llegada de un salvador que organice mágicamente toda la información sobre discapacidad que existe en Internet. Para evitar duplicar esfuerzos, una solución adecuada sería que cada institución defina con claridad su ámbito de especialización y coloque en sus páginas los enlaces pertinentes hacia otros recursos existentes en la Red.
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